Dime a quién SIRVES y te diré QUIÉN ERES... Muy interesante!
Liderazgo
Por: Antonio Attias Rodis
Consultor Senior Liderazgo, Seguridad y Salud, Análisis de Procesos,
Gestión del Cambio. Profesor ESAN y UNI.
Consultor Senior Liderazgo, Seguridad y Salud, Análisis de Procesos,
Gestión del Cambio. Profesor ESAN y UNI.
Entre las revisiones bibliográficas que he analizado para un trabajo con mis alumnos, me he conseguido con varias dedicadas a la visión de los líderes sobre lo que sería convertirse o ser, un Líder Servidor, lo que implica serlo y las probables consecuencias que tendría esa visión personal de servicio en las empresas y hasta en nuestras vidas.
La mayoría de las investigaciones coinciden en:
1.- Hay un Líder que "Sirve para si mismo", lo cual es una visión egoísta del servicio, basada en un ego insaciable y con muy poca empatía y un gran desinterés por los demás. Este tipo de Líder (aunque para mi concepto, esta cosa, no es un líder, pero para los académicos si lo es, y por respeto a ellos, sigo llamándolos líderes) es alguien muy nefasto para las organizaciones e instituciones.
2.- Otro tipo de Líder, sirve a las metas establecidas y trabaja con ahínco para lograrlas. Se enfoca en ello con fuerza y pasión. No se detiene ante nada y esto lo hace robusto en sus convicciones e inquebrantable en su visión. Aun cuando este tipo de Líder puede ser algo muy positivo para las empresas porque alcanza y muestra resultados, su foco tan particular, del cual podríamos decir que corre el riesgo de sufrir "miopía de la Visión", lo puede llevar a caminos alejados del contexto, del entorno, de los otros grupos de interés que no estén asociados a sus metas, etc. Y eso generaría situaciones no acordes con la visión holística y sistémica que deben asegurar las empresas modernas en un mundo globalizado.
3.- Existe un tercero, al que denominan Líder Trascendente, el cual se caracteriza porque va mas allá de si mismo, mas allá de las metas, y se enfoca en el bien común, la institución como un todo y llega incluso a enfocar su visión hacia las mejoras y el servicio a la sociedad. Este sería el ideal y el cual, personalmente, es el que considero debemos desarrollar desde la escuela, aun cuando es el mas complejo y difícil de lograr.
Entre estos estudios y artículos, me he topado con uno del MIT Sloan Management del 2018 (https://sloanreview.mit.edu/article/the-mindsets-of-a-leader/), que presenta 6 categorías y de las que he mencionado, considero que hay dos que vale la pena rescatar de este artículo: El Camaleón y el Sociópata. Los cuales agregaré a los tres anteriores:
4.- El Camaleón, enfocado en servir a cualquiera que le represente un interés o al menos su sobrevivencia, se adecua a las situaciones y a la gente, con una gran habilidad, con presteza, sin titubeos. Tan diestro, que ha hecho de la mimetización y del "camaleonismo empresarial" un arte. Siempre sobrevive a las circunstancias. Sin embargo, su dualidad (¿o pluralidad?) lo llevan a no concretar, no ser eficiente, no enfocarse en las metas si éstas no suman a su mimetización, etc., generando problemas a las empresas.
5.- El Sociópata, enfocado en lo que sea que sea útil para sus planes. No le sirve a nadie, ni siquiera a sí mismo, sino a lo que desea lograr. Pasa por encima de la gente, pero es muy hábil fingiendo emociones y "cantando melodías de amor", así que enamora a todos, aún cuando no tiene sentimientos ni siente lo que expresa, manifiesta y dice. El daño a las empresas es total. Cuantioso, no solo en relación a los objetivos que no se alcanzan (a menos que le interese), sino por el daño indiscutible que sufre la gente que tiene la desgracia de cruzarse en su camino. "Es una pesadilla que parece un sueño... hasta que lo sufres".
Este último es de mucho cuidado. Se estima que alrededor de 4% de la población es sociópata. Así lo afirma la experta Martha Stout en su libro "The Sociopath Next Door". Igualmente, el profesor español Iñaki Piñuel (con mas de 25 años tratando pacientes que han sido víctimas de estos sociópatas o sicópatas) que indica en sus libros, que este es un enorme problema a nivel de pandemia y lo peor, es que agrega (Cita no textual): "Debido a este mundo económico, cuyo dogma es la racionalidad instrumental ( Nota personal: eficacia en la planificación para emplear cualquier medio y así obtener un fin esperado) cualquier persona normal puede perfectamente convertirse en un psicópata sin necesidad de que intervenga su genética". Terrible el asunto. ¿No es cierto?
Este interesante cuadro que ilustra el artículo lo sintetiza muy bien todo.
1.- Hay un Líder que "Sirve para si mismo", lo cual es una visión egoísta del servicio, basada en un ego insaciable y con muy poca empatía y un gran desinterés por los demás. Este tipo de Líder (aunque para mi concepto, esta cosa, no es un líder, pero para los académicos si lo es, y por respeto a ellos, sigo llamándolos líderes) es alguien muy nefasto para las organizaciones e instituciones.
2.- Otro tipo de Líder, sirve a las metas establecidas y trabaja con ahínco para lograrlas. Se enfoca en ello con fuerza y pasión. No se detiene ante nada y esto lo hace robusto en sus convicciones e inquebrantable en su visión. Aun cuando este tipo de Líder puede ser algo muy positivo para las empresas porque alcanza y muestra resultados, su foco tan particular, del cual podríamos decir que corre el riesgo de sufrir "miopía de la Visión", lo puede llevar a caminos alejados del contexto, del entorno, de los otros grupos de interés que no estén asociados a sus metas, etc. Y eso generaría situaciones no acordes con la visión holística y sistémica que deben asegurar las empresas modernas en un mundo globalizado.
3.- Existe un tercero, al que denominan Líder Trascendente, el cual se caracteriza porque va mas allá de si mismo, mas allá de las metas, y se enfoca en el bien común, la institución como un todo y llega incluso a enfocar su visión hacia las mejoras y el servicio a la sociedad. Este sería el ideal y el cual, personalmente, es el que considero debemos desarrollar desde la escuela, aun cuando es el mas complejo y difícil de lograr.
Entre estos estudios y artículos, me he topado con uno del MIT Sloan Management del 2018 (https://sloanreview.mit.edu/article/the-mindsets-of-a-leader/), que presenta 6 categorías y de las que he mencionado, considero que hay dos que vale la pena rescatar de este artículo: El Camaleón y el Sociópata. Los cuales agregaré a los tres anteriores:
4.- El Camaleón, enfocado en servir a cualquiera que le represente un interés o al menos su sobrevivencia, se adecua a las situaciones y a la gente, con una gran habilidad, con presteza, sin titubeos. Tan diestro, que ha hecho de la mimetización y del "camaleonismo empresarial" un arte. Siempre sobrevive a las circunstancias. Sin embargo, su dualidad (¿o pluralidad?) lo llevan a no concretar, no ser eficiente, no enfocarse en las metas si éstas no suman a su mimetización, etc., generando problemas a las empresas.
5.- El Sociópata, enfocado en lo que sea que sea útil para sus planes. No le sirve a nadie, ni siquiera a sí mismo, sino a lo que desea lograr. Pasa por encima de la gente, pero es muy hábil fingiendo emociones y "cantando melodías de amor", así que enamora a todos, aún cuando no tiene sentimientos ni siente lo que expresa, manifiesta y dice. El daño a las empresas es total. Cuantioso, no solo en relación a los objetivos que no se alcanzan (a menos que le interese), sino por el daño indiscutible que sufre la gente que tiene la desgracia de cruzarse en su camino. "Es una pesadilla que parece un sueño... hasta que lo sufres".
Este último es de mucho cuidado. Se estima que alrededor de 4% de la población es sociópata. Así lo afirma la experta Martha Stout en su libro "The Sociopath Next Door". Igualmente, el profesor español Iñaki Piñuel (con mas de 25 años tratando pacientes que han sido víctimas de estos sociópatas o sicópatas) que indica en sus libros, que este es un enorme problema a nivel de pandemia y lo peor, es que agrega (Cita no textual): "Debido a este mundo económico, cuyo dogma es la racionalidad instrumental ( Nota personal: eficacia en la planificación para emplear cualquier medio y así obtener un fin esperado) cualquier persona normal puede perfectamente convertirse en un psicópata sin necesidad de que intervenga su genética". Terrible el asunto. ¿No es cierto?
Este interesante cuadro que ilustra el artículo lo sintetiza muy bien todo.