No más retrasos en los vuelos. El Gurux, Febrero 2015
En el Reino Unido han puesto a prueba un novedoso sistema con la intención de reducir los retrasos en los vuelos. Este sistema que ya fue aprobado para ser usado en el Terminal de Heathrow en Londres, será de utilidad a todos los aeropuertos alrededor del mundo.
La concepción básica es que los controladores aéreos trabajaran con espacios de tiempo para el aterrizaje y no con la distancia como tradicionalmente se hace.
Para ello, hay un factor clave que dio pie al estudio y es el viento el causante de parte importante de los retrasos en los aterrizajes en por lo menos 65 días al año
El viento una clave en el tiempo
Conociendo la velocidad del viento se controlara la
velocidad de las aeronaves en la aproximación para determinar la distancia que
les separa en función al tiempo para
aproximarse al mismo punto. El sistema se denomina Separación Basada en el
Tiempo, Time-Based Separation, o TBS por sus siglas en inglés. El
sistema simplemente hace que las aeronaves estén más cerca, por lo que
disminuye las demoras.
"En los días ventosos hacemos ocho aterrizajes
menos cada hora, durante cada hora del día", dijo Paul Haskins de NATS.
"Con el nuevo sistema basado en el tiempo
veremos menos demoras y una operación mucho más resiliente en condiciones de
vientos fuertes".
El nuevo
sistema basado en el tiempo y no en la distancia fue probado durante cuatro
años.
Las aeronaves no deben pasar de 160 nudos o 184 mph
cuando se encuentran a cuatro millas de distancia. Esto da tiempo suficiente a
los pilotos para desacelerar el avión, desplegar el tren de aterrizaje y dar
otros pasos necesarios.
Las aeronaves se mueven en tres dimensiones y miden
su velocidad en el aire, no en distancias en tierra. Y el aire se mueve.
Una aeronave en un espacio determinado puede marcar
una velocidad que a su vez es condicionada por la velocidad del viento, lo que
hace que esta vaya a una velocidad real más lenta o rápida dependiendo de la
orientación del mismo. Un viento de cola puede acelerar el avión y reducir las
distancias con el avión anterior en la ruta de aterrizaje al terminal.
El TBS toma en cuenta los vórtices, que son flujos turbulentos de aire en rotación
espiral generados al paso de un avión.
Si un avión pasa por los vórtices creados por otro,
el piloto puede perder el control. Por
ello los controladores de tráfico suelen dejar espacios grandes entre los
vuelos.
Los investigadores del servicio de control de
tráfico aéreo británico, NATS por sus siglas en inglés constataron que los
vientos en contra fuertes dispersan estos flujos peligrosos mucho más rápido.
Por lo que si el viento es intenso, las aeronaves pueden volar más cerca entre
ellas en forma segura.
El viento además cambia constantemente y genera
ráfagas. Es por eso que los sensores en los aviones comunican continuamente a
los controladores en tierra los cambios en el viento.
En el caso del aeropuerto de Heathrow que atiende
una cifra de 40 a 45 aterrizajes por hora, esta se ve afectada cuando hay
condiciones de viento, reduciendo los aterrizajes a unos 32 por hora, lo que
impacta directamente en toda la logística aeroportuaria y complica el acomodo
de vuelos retrasados. Con el TBS se estima poder manejar alrededor de 40
aterrizajes en las condiciones adversas de viento.
¿Qué tan cerca?
Supongamos que en un día de condiciones normales de
tiempo se indica a un Airbus A380 que vuele a seis millas náuticas de la
próxima aeronave. Le llevaría al avión unos 135 segundos recorrer esa
distancia.
Supongamos ahora que hay un viento fuerte en
contra. Al Airbus le llevaría 25 segundos adicionales recorrer la misma
distancia.
En el nuevo sistema, los controladores no hablarán
en términos de distancia sino de tiempo y dirán a la aeronave que mantenga la
misma "distancia" de 135 segundos.
Esto significa que las aeronaves estarán una milla
náutica más cerca, pero debido al viento, ello no representa un riesgo para la
seguridad.
A pesar de los cuatro años de pruebas, es posible
que la reducción de la distancia entre los aviones genere nerviosismo en
algunas personas, incluso en algunos pilotos. La proximidad genera riesgo en el
aire, porque al volar la aeronave genera vórtices o flujos turbulentos.
Los ingenieros de NATS monitorearon 150.000 vuelos
para convencer a las autoridades de aviación civil de que aprobaran el nuevo
sistema.
El Sistema inicia su operación en marzo de 2015 en Heatrow y estiman que al reducir
demoras permitirá un ahorro aproximado de US$10 millones anuales. Algo que sin
duda ayudará a este aeropuerto que ya funciona al máximo de su capacidad a
operar con una mejor holgura.
REFERENCIAS Richard Westcott, BBC Mundo http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/02/150206_aeropuertos_trafico_atascos_am