PLANIFICAR O NO PLANIFICAR, HE ALLÍ EL DILEMA
Un breve ejercicio para discernir sobre la necesidad de planificar
Luis Daniel Douaihi
Director estratégico Stratege Consultores
Director estratégico Stratege Consultores
Photo by Kelly Sikkema on Unsplash
¿Es necesario planificar o es mejor no hacerlo?
Los fieles creyentes se horrorizan al pensar que sin planificación no habrá resultados y los más desprevenidos piensan que la planificación es un exceso de horas invertidas que al final no revisten resultados. Pues bien, cada uno de nosotros tendrá en sus vidas y experiencia un poco de ambos casos. Porque de eso se trata la vida, de un constante cambio de escenarios y situaciones que modifican las estrategias y por ende los planes.
Sin embargo, debemos aceptar que las grandes empresas lo son porque tienen grandes resultados y esos resultados pocas veces surgen de la nada, las organizaciones trazan un camino para su crecimiento y resultados que van acompañados por supuesto de la motivación y enfoque de la organización y fundamentalmente de sus miembros. Es allí donde la planificación estratégica juega un rol importante. A fin de cuentas, todo lo que hacemos es susceptible de la planificación y aun en términos cortos de tiempo e inmediatez planificamos las acciones y decisiones que tomamos.
Una planificación estratégica solida es una característica de las compañías visionarias, este tipo de empresas logran no sólo desafiar el paso del tiempo, sino que se enfocan en la organización en sí misma en lugar de atarse a líderes o productos. De donde se supone evidente el hecho de que el éxito de estas compañías visionarias yace sobre una cultura fundamental inamovible, pero que da cabida a la innovación y al cambio, propiciando un progreso constante en el que surgen nuevos productos y servicios, que vayan de la mano con los valores fundamentales de la empresa.
En nuestra región muchos analistas coinciden que uno de los males recurrentes en el desempeño de nuestros países está directamente relacionado con la falta de planificación; sin embargo, en contraste nos encontramos frecuentemente con empresarios que desmeritan la planificación como método e indican que su éxito está asociado a la intuición y comprensión de las circunstancias y que tanto esfuerzo no reviste necesariamente en el éxito de sus organizaciones. Generalmente estos empresarios o líderes de instituciones son parte de organizaciones de mediano o pequeño tamaño que aspiran más al crecimiento de sus capitales que de sus organizaciones de forma integral y en buena medida si bien sus cuentas crecen no necesariamente lo hacen sus organizaciones y van de un negocio a otro probando suerte; siendo objetivos en muchas ocasiones de forma individual tienen resultados pero esto al calor de innumerables fracasos y riesgos permanentes en su andar. Ahora bien, las grandes organizaciones también viven sobre un mar de riesgos y fracasos en su andar, pero con un enfoque definido y una planificación sostenida, la probabilidad de éxito se incrementa, al menos eso dicen numerosos estudios al respecto, si no fuese así, entonces para que invierten tantos recursos económicos , humanos y tiempo las grandes organizaciones en estudiar su desempeño y planificar estrategias y próximos pasos de cara al futuro?
Sin embargo, debemos aceptar que las grandes empresas lo son porque tienen grandes resultados y esos resultados pocas veces surgen de la nada, las organizaciones trazan un camino para su crecimiento y resultados que van acompañados por supuesto de la motivación y enfoque de la organización y fundamentalmente de sus miembros. Es allí donde la planificación estratégica juega un rol importante. A fin de cuentas, todo lo que hacemos es susceptible de la planificación y aun en términos cortos de tiempo e inmediatez planificamos las acciones y decisiones que tomamos.
Una planificación estratégica solida es una característica de las compañías visionarias, este tipo de empresas logran no sólo desafiar el paso del tiempo, sino que se enfocan en la organización en sí misma en lugar de atarse a líderes o productos. De donde se supone evidente el hecho de que el éxito de estas compañías visionarias yace sobre una cultura fundamental inamovible, pero que da cabida a la innovación y al cambio, propiciando un progreso constante en el que surgen nuevos productos y servicios, que vayan de la mano con los valores fundamentales de la empresa.
En nuestra región muchos analistas coinciden que uno de los males recurrentes en el desempeño de nuestros países está directamente relacionado con la falta de planificación; sin embargo, en contraste nos encontramos frecuentemente con empresarios que desmeritan la planificación como método e indican que su éxito está asociado a la intuición y comprensión de las circunstancias y que tanto esfuerzo no reviste necesariamente en el éxito de sus organizaciones. Generalmente estos empresarios o líderes de instituciones son parte de organizaciones de mediano o pequeño tamaño que aspiran más al crecimiento de sus capitales que de sus organizaciones de forma integral y en buena medida si bien sus cuentas crecen no necesariamente lo hacen sus organizaciones y van de un negocio a otro probando suerte; siendo objetivos en muchas ocasiones de forma individual tienen resultados pero esto al calor de innumerables fracasos y riesgos permanentes en su andar. Ahora bien, las grandes organizaciones también viven sobre un mar de riesgos y fracasos en su andar, pero con un enfoque definido y una planificación sostenida, la probabilidad de éxito se incrementa, al menos eso dicen numerosos estudios al respecto, si no fuese así, entonces para que invierten tantos recursos económicos , humanos y tiempo las grandes organizaciones en estudiar su desempeño y planificar estrategias y próximos pasos de cara al futuro?
En fin, planificar es un acto instintivo, aunque no lo crea, vean como una manada de leonas prepara su cacería en búsqueda de un objetivo ulterior, alimentar a su manada, su planificación es de corto plazo y funciona por instinto animal, pero al momento de estar frente a su presa preparan el ataque con cuidado de no perder su objetivo, esto implica, identificar el momento para iniciar la búsqueda, realizar la búsqueda, seleccionar la presa, rodearla, hacerlo con sigilo para no alertar sobre su presencia, observar sus posibilidades de éxito, distribuir el ataque entre las atacantes de la manada y finalmente ejecutar la acción de ataque según lo planificado.
El asunto está en hacerlo un acto consciente y prepararse para diversos escenarios bien de una manera formal, tomando en cuenta cada detalle y aprovechando los recursos disponibles de su organización ; o bien a través de una visualización de escenarios inmediatos en un ambiente susceptible de cambios constantes muy impregnado de la realidad del entorno inmediato.
El asunto está en hacerlo un acto consciente y prepararse para diversos escenarios bien de una manera formal, tomando en cuenta cada detalle y aprovechando los recursos disponibles de su organización ; o bien a través de una visualización de escenarios inmediatos en un ambiente susceptible de cambios constantes muy impregnado de la realidad del entorno inmediato.